Seguro que has oído hablar del Pastel de Guayaba, o bocadillo Veleño.
El bocadillo de guayaba o pastel veleño, un dulce típico colombiano, ha conquistado el mundo de los deportistas de resistencia, en particular, los amantes del ciclismo. En este artículo, exploraremos qué hace a este delicioso manjar tan popular entre los ciclistas, desentrañando su composición nutricional, beneficios para la salud y la razón detrás de su creciente fama en el mundo del deporte.
El bocadillo de guayaba es un dulce elaborado a partir de la pulpa de guayaba, una fruta tropical con raíces en América Latina. Este dulce se produce en varios países de la región, incluyendo Ecuador, Panamá, Costa Rica y Venezuela, con variaciones en su preparación. La variante colombiana, conocida como pastel veleño, tiene su origen en la región de Vélez y se distingue por su textura similar a la del membrillo, su sabor dulce y su asociación tradicional con quesos, frutas y otros dulces.
El pastel de guayaba no solo deleita el paladar, sino que también ofrece beneficios para la salud. Compuesto principalmente por pulpa de guayaba (65%) y azúcar (35%), este producto se considera poco procesado y es apto para veganos. Sus propiedades antioxidantes, su riqueza en vitamina C, su contribución al sistema digestivo y su capacidad para regular la presión arterial hacen que el bocadillo de guayaba sea más que un simple placer culinario.
En los últimos años, el bocadillo de guayaba ha ganado popularidad entre los ciclistas, y las razones van más allá de su sabor y tradición. A pesar de los conservantes presentes en los productos envasados, su composición es sencilla, compuesta principalmente por pulpa de guayaba y azúcar. Por cada 100 gramos, proporciona 88 gramos de carbohidratos y una cantidad mínima de grasas. Su formato compacto, en cuadrados de 3x3 cm, lo convierte en un compañero de viaje ideal que se puede transportar fácilmente en el maillot o en una bolsa de carga sin ocupar mucho espacio ni peso.