Diez consejos para disfrutar del ciclismo en invierno
Entrenar en invierno puede ser una gozada si sabes cómo: ropa por capas, neumáticos, luces, mantenimiento, nutrición e hidratación sin pasar frío.
Frío, lluvia, viento y menos horas de luz no tienen por qué frenar tus salidas en bici. Con algunos ajustes de equipación, mecánica, nutrición y planificación, el invierno se convierte en una oportunidad para construir base aeróbica, mejorar técnica y llegar a primavera con un plus. Aquí tienes 10 consejos prácticos para disfrutar del ciclismo en invierno sin dramas (ni congelarte).
1) Vístete por capas: regula, no sufras
La clave es poder regular la temperatura sin parar cada cinco minutos. Piensa en tres capas:
- Capa base (térmica y transpirable): evacúa sudor y mantiene seco el torso.
- Capa intermedia (aislante): maillot térmico o chaleco con panel cortavientos frontal.
- Capa externa (protección): cortaviento y, si llueve, impermeable con ventilación.
Añade culotte largo, cubre-zapatillas, guantes adecuados al termómetro (puedes llevar dos pares y cambiar), braga/cuello y gorro fino bajo el casco. En días muy fríos, valora guantes lobsters o manoplas tipo pogies para MTB/gravel.
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2) Cabeza, manos y pies: donde de verdad se pierde el día
Si fallas aquí, te das la vuelta. Mantén orejas y frente cubiertas, usa calcetines térmicos (no muy gruesos para no cortar la circulación) y deja espacio en la puntera. Las plantillas térmicas y los guantes con forro marcan diferencia por debajo de 5 °C.
3) Luces y visibilidad: te tienen que ver sí o sí
Días cortos y cielos grises exigen luces delanteras y traseras potentes, incluso de día. Modo intermitente trasero en ciudad y continuo en carretera/monte. Añade elementos reflectantes en tobillos o casco: el movimiento llama la atención.
4) Neumáticos, presión y agarre: seguridad primero
En frío y mojado conviene bajar algo la presión para ganar huella y agarre (sin llegar a pellizcar). En carretera, 0,2–0,5 bar menos puede notarse; en gravel/MTB, ajusta según ancho y terreno. Valora neumático algo más ancho o con compuesto blando para invierno. Si ruedas por pistas embarradas, busca tacos más altos.
5) Guardabarros y limpieza rápida: menos agua encima, menos averías
Un guardabarros (sobre todo trasero) te ahorra frío por salpicaduras y protege rodamientos. Tras cada salida húmeda: manguera suave (no a presión en ejes), desengrasante en transmisión, secado y aceite “wet” para cadena. Con 10 minutos evitas ruidos y desgaste.
6) Calienta dentro y empieza suave fuera
Con 5–8 minutos de movilidad y activación en casa (sentadillas, bisagra de cadera, plancha, movilidad de hombros) sales con el motor a media marcha. Ya en ruta, los primeros 10–15 minutos a ritmo cómodo para que manos y pies entren en calor. Evita lanzarte a un puerto a bloque saliendo de la puerta.
7) Bebe y come aunque no tengas sed (el frío engaña)
En invierno la sed baja y te “olvidas” de beber. Error: sigues perdiendo líquido por respiración y sudor bajo la ropa. Objetivo orientativo: 400–700 ml/h según intensidad y viento. Añade sodio (400–600 mg/h en salidas largas) para evitar calambres y mantener el “chip” despierto. En tiradas de >90 minutos, apunta a 45–60 g de carbohidratos/h (geles, barritas blandas o gominolas).
8) Planifica rutas inteligentes: viento, luz y alternativas
Revisa viento y lluvia. Sal con viento de cara para volver con viento a favor. Elige circuitos con escapes por si hay que acortar. Lleva luz de sobra en jornadas con atardecer temprano. Si la meteo se complica, guarda un plan B indoor (rodillo) para no perder el día.
9) Mantenimiento preventivo: invierno castiga la transmisión
El agua y la suciedad acortan la vida de cadena, piñones y rodamientos. Revisa desgaste de cadena, purga si llevas frenos hidráulicos y comprueba pastillas (en mojado se gastan antes). Ajusta cables y fundas o purgas para evitar cambios perezosos.
10) Recupera con sentido: entra en casa, no en la nevera
Al acabar, cambia ropa húmeda por seca, toma un snack con proteína (20–30 g) y carbohidratos y rehidrata con sales si la sesión ha sido larga. Ducha templada (no helada) y unos estiramientos suaves o movilidad. Si sueles tener manos/pies fríos, baños de agua tibia ayudan a recuperar sensibilidad.
Bonus: ideas de sesiones “de invierno” que suman
Ruta “corta con chicha” (60–90’)
- Calentamiento 15’ suave.
- Bloques 2×(8’ tempo + 4’ fácil) + 6×1’ alegre / 1’ suave.
- Vuelta a la calma 10’.
Tirada base aeróbica (2–3 h)
- Ritmo cómodo, cadencia fluida, sin “calentones”.
- Nutrición: 45–60 g CHO/h + 400–600 ml/h con sodio.
Rodillo eficiente (45–60’)
- 10’ suave → 3×(6’ sweet spot + 3’ suave) → 5’ cadencia alta → 5’ enfriar.
Checklist de salida invernal (30 segundos)
- Capas listas (base-intermedia-exterior) + guantes de repuesto si llueve.
- Luces cargadas, modo diurno activo, chaleco/elementos reflectantes.
- Neumáticos revisados y presión ajustada al día.
- Bidón con electrolitos, barrita/gel cada 30–40 min a partir de 90’.
- Móvil con batería, efectivo mínimo y mini-kit (multi, mechas, bombín/CO2).
El invierno no es enemigo del ciclista: es una escuela para construir base, técnica y cabeza. Con capas que regulen, neumáticos con agarre, luces que te hagan visible, mantenimiento exprés y una nutrición adaptada al frío, tus salidas serán seguras y, sobre todo, disfrutonas. La primavera empieza en enero.
Contenido informativo. Ajusta ropa, presiones y nutrición a tu tolerancia y condiciones locales. Si ruedas de noche o con meteo adversa, extrema la visibilidad y la prudencia.









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