Durante los entrenamientos cortos, comenta que “no tomo nada, ni líquido ni sólido”. Para los entrenamientos largos “podría tomar un poco de agua y tener siempre un gel o dos en caso de que mis niveles de energía bajen y necesite llegar a casa o poder hacer una cuesta arriba más”. También comenta, que en los entrenamientos le gusta probar diferentes protocolos y productos, para saber qué funciona y qué no, y llevando a los extremos dichas pruebas para ajustarlas a los momentos de competición. Por ejemplo, explicaba que uno de esos experimentos era tener una ingesta de 120 carbohidratos a la hora, durante una carrera de 100 kilómetros, para posteriormente a dicha prueba, realizar un ayuno completo de 72 horas (tres días).
Como él comenta “A veces tenemos que intentar un enfoque diferente a las cosas para encontrar protocolos o métodos que puedan convertirse en estándar en el futuro (o en el peor de los casos serán solo un par de semanas sintiéndome mal)”
Sobre su alimentación el día de una carrera comenta: “Antes de la carrera comeré normal” dice, “ni más ni menos que un día corriente”.
Durante la carrera “intentaré comer de acuerdo a las necesidades de energía de la carrera” y nos comenta que una vez terminada la prueba “comeré cuando tenga hambre, y beberé cuando tenga sed”.
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